Calaucán

Cuando Joan Turner, Patricio Bunster y Manuela Bunster regresaron a Chile, a mediados de los ochentas, lo hicieron pensando ya en establecer los centros de danza, de estudio y creación, que serían luego reconocidos como los epicentros de la creación dancística contemporánea nacional: el Centro de Danza Calaucán, en Concepción, y el ESPIRAL, en Santiago.

Con el paso de los años, consolidado nuestro capitalismo de última generación en recurrentes crisis, el Centro de Danza Espiral se fusionó, estretegia de subsistencia, con la Carrera de Danza de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. El Centro de Danza Calaucán persistió desde la autogestión independiente. Y desde hace un año que quienes conocemos algo del asunto, venimos oyendo del cierre definitivo del Calaucán. Como el mítico cierre de La Piojera, que nunca ocurre y parece que ya nunca ocurrió, porque a toda hora son más los pendejos cuicos que los parroquianos macheteros. Estrategias de subsistencia. Lo único sí, es que hoy se concretó. Calaucán, un edificio a toda raja para la danza de la Región del Bío Bío, se va traspasó en arriendo a una discotheque. Las coreógrafas y bailarinas que componen la escuela y compañía de danza, tendrán que mudarse a cualquier otro lado, buscar cómo seguir adelante. Donde practicar sus movimientos.

Desconozco en detalle el motivo de esta situación. Dirán que los artistas no saben administrar. Quizás. Lo cierto en cualquier caso es que no creo que se puedan sostener en medio de las crisis de este capitalismo desquiciado, iniciativas que nada tienen que ver con el lucro, y que incluso intrínsecamente apuntan al desarrollo de las facultades humanas menos lucrativas.

Me han enviado un e-mail Valentina Pavez, Paola Aste, y otras insignes bailarinas y creadoras que mantenían en pie el Calaucán. Les he respondido esperando no ser malinterpretado:

me ennegrece el humor esta noticia, largamente augurada, conocida ya desde hace tanto
no tengo más que compartir plenamente con Paola. Asumamos la realidad.
porque uno podría por ejemplo decir que:
en este país no hay una verdadera política para la cultura. lo que hay es voladores de luces, cifras abultadas y cooptación. el mundo de la cultura, que luchó por una institucionalidad que asumiera la elaboración de políticas, se vio rápidamente atado de manos. viejas estrategias: así mismo los movimientos feministas de los 80 fueron entronizados y ahí tenís, toma tu sernam. la lógica del márketing domina todos los ministerios. nos gobiernan las poses pa la foto. ése es el punto. no si los fondos son subsidios o concursables. el asunto de fondo es que no hay posible política cultural en un país que no tiene siquiera política en educación. ni en salud, ni en vivienda, ni en una puta mierda. se hacen los giles y vamos robando. cito a Vallejo: "Un paria duerme con el pie a la espalda / ¿Hablar, después, a nadie de Picasso?"
el poder del arte v/s el hambre de poder. ecuación ya resuelta. perdimos. no hay una verdadera voluntad de cambiar el logos de esta sociedad de zombies. no hay proyecto de país. no hay país. hay paisaje.

pero no. no digo ni esto, ni lo otro, ni me desdigo.
porque cada vez que digo esto me piso la cola, e inmediatamente los artistas me dicen que no vapulee a san fondart. y no, tampoco culpo a nadie. hay que sobrevivir. tampoco juzgo a nadie. sólo a nosotros mismos, que puestos entre la espada y la pared nos vemos obligados a perpetuar la perfecta ilusión de la democracia, una estructura que enmascara precisamente esta falta de voluntad de cambiar el estado de cosas. sobrevivimos. no nos queda otra.
entonces eso. sobrevivamos. como las cucarachas a las glaciaciones. sobervivamos no más. sigamos sobreviviendo. habrá que ir a danzar la discotheque. y decirle no al luto. sobre todo esto. NO AL LUTO. no llanto, sólo rabia. rabia primigenia y alumbradora. asumamos la realidad: sobrevivamos.

salut et forza al canut
Rodrigo Hidalgo M.
"DE MANERA QUE en la larga y angosta república toda la gente
sobreviviente
a los lamentables accidentes
vive la vida en paz,
juega cacho, toma chicha,
fornica y se ducha. Pero cabe la sospecha
de que la tal chicha sea una mixtura de vino barato, jugo de huesillos,
anilina y azúcares
y que los dados
estén cargados."
Rodrigo Lira.


Y aún podría haber agregado otro poema igualmente triste y actual, del mismo loco Lira, pero ya me dio cosa ser tan chaquetero.


4 TRES CIENTOS SESENTA Y CINCOS Y UN 366 DE ONCES
dada la continuidad de la ausencia de tibieza
considerando la permanencia de las carencias y
las ansiedades que se perpetran cotidianamente
y el frío sobre todo en especial o solo
o el frío completo en salchicha con mayonesa viscosa
seminal y estéril
la sábana sucia que cubre monstruosos ayuntamientos
la escasez de radiación solar
(lo poco que alcanza a llegar a través del monóxido de
carbono, el humo de chimeneas pastizales que se
queman en febrero cigarrillos chimeneas tubos de escape tubos chimeneas humo)
de la que tiene que atravesar además esa sucia
sábana que cubre apenas -como mera sábana polucionada-
esas teratológicas cópulas esos coitos de ahítos
esas violaciones y estupros
y las ondas
de radio en amplitud o frecuencia modulada
las largas y las cortas ondas
de radio de televisión o télex
las ondas que emiten las antenas emisoras
y las receptoras, que también reciben
esas ondas que la luz solar debe atravesar
lo inconcebiblemente banal y eficazmente hipnógeno
de lo que se radiodifunde y televe
lo opaco de los cristales
"color humo por dentro
espejo color bronce hacia el exterior"
los cristales que dispersan los que refractan
los que cromatizan la luz lo exiguo de la tasa de luz que alcanza
a corresponder per cápita, por cabeza
lo gachas que se encuentran estas últimas
(lo desigual de la tasa de luz de cabeza a cabeza)
lo sucio de la sábana que lo cubre todo
o casi todo
o hartas cosas
. (la sucia sábana no se cubre a sí misma)
considerando también los olores a añejo, a podrido a quemado o
infectado
parece que como que hubiera que hacer alguna cosa.
.Aunque cabe la posibilidad de que sea mejor
no hacer nada
nada hacia la izquierda
nada
hacia
la
derecha
nada hacia adelante tampoco, más aún,
especialmente, nada hacia adelante -está la inercia
nada hacia atrás, no se puede,
trate usted de nadar hacia atrás, no se puede, la historia
no retrocede
-está la historia
-están las bayonetas de la historia bajo las banderas de la historia
-está la sangre en las bayonetas de la historia bajo las banderas de la
historia
coagulada ya, reseca, más bien, como yesca
yesca de sangre sobre las bayonetas de la historia bajo las banderas de
la historia -de lo que está atrás
(no fumar, peligro grave de incendios, demasiada yesca
-sangre seca- atrás)
Nada tampoco ni hacia arriba ni hacia abajo ni hacia adentro ni hacia afuera
nada hacer, no hacer nada
-cruzarse de brazos -sentarse en posición de loto -tirarse boca arriba y
-mirar el cielo
(nada hacia arriba; no pensar en escalar el cielo)
-tirarse boca abajo, la mejilla pegada al suelo
o hundida en el barro
(no pensar en hundirse; no evitar hundirse)
al menos cabe la posibilidad de que eso fuera lo que
parece que como que hubiera que hacer, la cosa aquella
alguna
cabe la posibilidad de que eso fuese: alejarse de la acción
con las manos en los bolsillos
o con las manos tomadas a la espalda
o con las manos enlazadas en la nuca
o levantadas mirando el suelo
a patadas con las piedras
aplastando descuidadamente
eventuales caracoles cuncunas, lombrices o cucarachas distraídos-as
-jamás tomarán venganza-
alejarse de la acción: irse despacio a ninguna parte
pues no hay donde irse
pero hay que irse
-tal vez, digo yo, como que habría que irse -a ninguna parte
-tal vez haya donde esconderse, no sé
en todo caso sería preciso
no salir a la calle:
los sujetos que en París rayaron las murallas de mayo
graficaron las palabras francesas que traducidas al idioma español dicen:
la/acción/está/en/la/calle
y si hay que alejarse de la acción
sería inconsecuente tomar una micro
tomar el metro, una liebre, un bus urbano o interurbano,
tomar
bebidas alcohólicas o de cola o cafecitos
habría que morirse de hambre, pienso
secarse en una esquina poco frecuentada o en un sótano oscuro, digo yo
porque las torres Santa María podrán ser los edificios más altos de
Chile
pero haga usted la prueba de subir
-tendrá que ir bien vestido-
tomar uno de esos ascensores que adivinan el pensamiento o poco menos
y que son tan veloces como altas son esas torres
y llegue lo más arriba que pueda, hasta la terraza, si es posible
actúe hacia arriba para después tirarse y no hacer nada
abastecido de libertad por lo libre de la caída
que te hace abrir los brazos y planear, acercándote a tu reflejo
que se acerca hacia arriba desde los espejos de agua
con tu imagen multiplicada por los vidrios que por fuera son espejos
que reflejan tu imagen cayendo de modo que tú no alcanzas a ver adentro
pero que no les impide verte dentro pasar volando en caída libre
-y creerían que pasó un ángel y habrá un momento de silencio -

No podrás: alguien sujetará a usted del brazo justo a tiempo
alguien o algo, algún robot por ejemplo
y alguien -o algo- llamará a una ambulancia
a través de un citófono a un teléfono que llamará a una central que
pasará el mensaje a otro teléfono etcétera
todo a velocidad escasamente menor que la de la luz o la de tu cuerpo
en la frustrada caída
probablemente el radio del radiopatrulla no será necesario
habrá una sirena o tal vez no, habrá en todo caso un silencio eléctrico
de terapia de choque tac/
un vacío
y un hueco para ti en una terapia
.de grupo
de un grupo cualquiera
y sean cuales fueren los cuentos que te cuenten, desgraciado
la cuenta que te pasen
saldrás del hospital clínica o centro médico
tarareando gracias a la vida
motivado por los avisos y consejos de la publicidad que nos ayuda a
vivir mejor
desde la radio o el televisor
que tanto habrán contribuido a tu curación
rumbo al local más cercano
en que se pueda jugarle una cartilla a la
Polla Gol a cambio de un templo donde sacrificar un
gallo a Esculapio que ya no se usan esas cosas, pues hombre
para después entretenerse un rato mascando
chicle de un sabor predilecto
en la máquina de pinbol o pinpong electrónico
O sea que en resumen habría que morirse sin alharaca
sin pánico cundiendo ni cúnico pandiendo ni púnico candi endo
suave, callado el loro
-- morirse
o quedarse en la vereda como un pedazo más grande que el promedio
de basura
saboreando algo así como un candi masticable o un goyak
y hasta incluso un caramelo bueno, de Serrano, o fino,
de Ambrosoli,
pero muriéndose,
muriéndose sin alharaca,
muriéndose.